¿Cuántas veces sentimos la necesidad de alejarnos del mundo ruidoso que nos rodea y en muchos casos hasta de nuestros propios pensamientos que no paran de repetirnos tantas cosas que no queremos oír? ¿Cuántas veces has querido salir corriendo hasta llegar a un sitio donde solo sientas paz y calma? ¿Te has preguntado por qué en muchos momentos tienes ese gran deseo y necesidad de estar en SILENCIO?
En este mundo físico existen tantos ruidos que nos distraen, nos entretienen y que en muchos casos nos aturden, haciéndonos vivir una vida de gran agitación y tensión. Pero algo en lo profundo de nuestro interior nos llama intensamente y es cuando literalmente sentimos las ganas de salir corriendo hasta llegar a ese lugar donde desaparecen los ruidos y todo es quietud y calma.
Crees que esta sensación de alejarte del ruido y entrar en el silencio sea solo un producto del aturdimiento. No.
Es el llamado más profundo que nos hace nuestro ser. El silencio es el lenguaje del alma, es la forma como nos comunicamos con nuestra verdadera esencia, nuestra fuente. Es por eso que sentimos un gran alivio cuando caemos en el silencio, porque ese espacio que creamos nos hace estar en total contacto con nuestra divinidad y nos da el equilibrio para vivir mejor. Ninoska Graterol.