Estar ratos en silencio es como si encontraramos la barita mágica que deja salir la majestuosidad de nuestro ser. Esta energía que encontramos en el silencio hace que comencemos a percibir las cosas diferentes, con una belleza distinta. Es parecido a cuando nos enamoramos y como dicen: todo lo vemos color de rosa, porque la energía del amor esta tan latente, que podemos percibir la belleza donde no la habíamos visto antes y a una escala mucho más elevada.
jueves, 12 de abril de 2012
XXX Encuentro contemplativo.
jueves, 8 de marzo de 2012
XXIX ENCUENTRO CONTEMPLATIVO EN SOLEDAD Y SILENCIO
El próximo sábado 10 de marzo de 2011 tendrá lugar el xxix Encuentro contemplativo, nos encontraremos en la entrada del Parque Natural La Algaida, por el campus universitario de Puerto Real. Comenzaremos a las 11:00 y calculamos que terminaremos sobre las 13:30, haciendo una ruta de unos 12 km. Luego -quien así lo desee- podremos compartir el tiempo del almuerzo en un formato cómodo.
Al hablar de silencio muchos de dirán: yo no escucho nada. Pero de igual forma son conscientes de que cuando entran en ese lugar, salen de él en un estado de quietud, paz y entusiasmo, como si se te recargaran las pilas para continuar. Eso te debe de dar una explicación de que aunque físicamente no estuches voces hablándote y dándote respuestas literales, evidentemente se está dando una comunicación en otro nivel mucho más sutil del que estamos acostumbrados.Ninoska Graterol
jueves, 9 de febrero de 2012
XXVIII ENCUENTRO CONTEMPLATIVO EN SOLEDAD Y SILENCIO
El silencio no es una acción que hacemos, sino un sitio al que entramos, es un estado emocional que nos permite aquietar nuestro ser y dejar que fluya lo mejor de nosotros. Es el lugar donde somos totalmente creativos, donde contactamos con todas nuestras capacidades y talentos latentes de los cuales ni siquiera tenemos noción de que los poseemos. Por eso en el silencio descubrimos nuestra grandeza y esto se hace posible solo aquietándonos y escuchando solo el ruido de nuestra respiración, el latido de nuestro corazón.
Ninoska Graterol